lunes, 21 de julio de 2014

Reencuentros

La semana pasada sin esperármelo en absoluto vi a mi ex, no sería nada extraño si no fuera por el hecho de que vivía en Francia y una de las razones por la que cortamos fue que no quiso ir a México.   Porque es justo aquí que lo vi y que tomamos un café como dos viejos amigos. Me esperaba tenerle rencor, pero nada por el estilo, simplemente lo miro y me digo que ha sido una relación  bella y difícil al mismo tiempo. Me ha dado mucho y se ha llevado algo de mí. Vernos ha sido  raro pero cuando me lo propuso, decidí que soy lo suficientemente madura para poder tomar un café con mi ex sin que haya tensiones de ningún tipo. Claro, la nostalgia de lo que fue siempre va a existir porque uno idealiza a los recuerdos pero si me propusiera regresar, mi respuesta sería un “no” rotundo.  Yo he cambiado demasiado, soy otra persona y el también. Lo bueno de este encuentro ha sido que superé esta relación no sin sufrir pero sé que me ha hecho descubrir que es lo que quiero de una relación pero sobre todo lo que no quiero.  Bye bye obligaciones familiares, y parientes provincianos.

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