Hoy mientras estaba
sentada en un banco, fumando y tomando un café se me acerco un muchacho, que se
ofreció hacerme un tatuaje de henna y mientras lo hacía me hablo de su vida. Su cara llena de pecas, sus pantalones rotos
de repente desaparecían mientras me
contaba con el fuego en su mirada que era un artista y que había vivido en Suiza
y que había visitado medio mundo. Me
hablaba con su mirada fija en mi mirada, “tu sientes la energía, buena o mala
de la gente” me dijo. Me hablo de su novia suiza, de que es actor, “self made
man” y que el ayuntamiento le había quitado su puesto de tatuajes y que estaba
recogiendo dinero para el desayuno y para pagar una multa. Yo lo escuchaba hablar mientras me hacia el
tatuaje, que todos iban a envidiar según él, y cuando lo terminó, me quede
pensando en que finalmente todos somos seres humanos con las mismas esperanzas
y los mismos sueños, es decir vivir una vida dignitosa.
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